Los centros de Educación Infantil de la Comunitat Valenciana están sufriendo una auténtica sangría de alumnos desde hace un par de años. El impacto del desempleo o el simple
recorte de gastos en los presupuestos familiares están provocando que cada vez más padres saquen a sus pequeños de las escuelas infantiles y opten por atenderlos ellos mismos o por dejarlos en manos de familiares, sobre todo abuelos.
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